El Palacio Real de Belén, o también conocido como el Palacio Nacional de Belém, es una impresionante construcción que se encuentra en la ciudad de Lisboa, Portugal. Este majestuoso palacio ha sido testigo de la historia del país y su arquitectura es un reflejo del poderío y la grandeza del antiguo Reino de Portugal.
Situado a orillas del río Tajo, el Palacio Real de Belén es uno de los lugares más emblemáticos de Lisboa y una visita obligada para todos aquellos que deseen adentrarse en la cultura y la historia de Portugal. Su imponente fachada, sus hermosos jardines y su rica colección de arte lo convierten en una verdadera joya arquitectónica que no deja indiferente a nadie.
En este artículo, exploraremos la historia, la arquitectura y los detalles que hacen del Palacio Real de Belén una maravilla digna de visitar. Desde su origen en el siglo XVI hasta su papel en la cultura popular de Portugal, descubriremos todo lo que necesitas saber sobre este magnífico palacio real.
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Historia del Palacio Real de Belén: Desde el siglo XVI hasta la actualidad
La historia del Palacio Real de Belén comienza en el año 1514, cuando el rey Manuel I de Portugal ordenó la construcción de un monasterio en honor a la Virgen María en el lugar donde hoy en día se encuentra el palacio. Sin embargo, no fue sino hasta el reinado de su sucesor, Juan III, que se inició la construcción del palacio real.
Durante los siglos siguientes, el Palacio Real de Belén fue utilizado como residencia de verano por la familia real portuguesa. Sin embargo, en 1834, tras la abolición de la monarquía en Portugal, el palacio pasó a ser propiedad del Estado y se convirtió en un museo para albergar la colección de arte real.
A lo largo de los años, el palacio ha sufrido diversas restauraciones y modificaciones, pero siempre ha mantenido su esencia y su hermosa arquitectura manuelina, que lo convierte en uno de los mejores ejemplos de este estilo arquitectónico en todo Portugal.
La Arquitectura del Palacio Real de Belén: Un ejemplo del estilo manuelino
El Palacio Real de Belén es una obra maestra de la arquitectura manuelina, un estilo que floreció en Portugal durante el reinado de Manuel I. Este estilo se caracteriza por sus formas geométricas, sus motivos náuticos y su rica decoración, inspirada en los descubrimientos y conquistas portuguesas en ultramar.
La fachada del palacio es una verdadera obra de arte, con sus ventanas adornadas con detalles en forma de conchas, cruces y esferas armilares, que simbolizan el poder y la grandeza del imperio portugués. En su interior, se pueden encontrar impresionantes salones decorados con azulejos, esculturas y pinturas que reflejan la riqueza y el refinamiento de la corte portuguesa.
Sin embargo, uno de los aspectos más destacados del palacio son sus claustros, que combinan elementos manuelinos con detalles renacentistas. Estos claustros, además de ser una muestra de la maestría de los artistas portugueses de la época, ofrecen un espacio tranquilo y hermoso para pasear y admirar la belleza del palacio.
Los Jardines del Palacio Real de Belén: Un oasis de paz y belleza
Además de su impresionante arquitectura, el Palacio Real de Belén también cuenta con hermosos jardines que son un verdadero oasis en medio de la ciudad. Estos jardines fueron diseñados por el famoso arquitecto francés Jean-Baptiste Robillon y se extienden a lo largo de 10 hectáreas.
Entre las diversas especies de plantas y árboles que se pueden encontrar en los jardines, destaca el magnífico árbol de la India, que tiene más de 400 años de antigüedad y es uno de los más antiguos de Europa. También es posible visitar la Casa de la Cerca, un pequeño edificio dentro de los jardines que alberga una exposición permanente sobre la historia del palacio y su papel en la sociedad portuguesa.
Los jardines del Palacio Real de Belén son un espacio ideal para relajarse, pasear y disfrutar de la naturaleza en medio de la ciudad. Además, ofrecen unas vistas impresionantes del río Tajo, lo que hace que sea una parada obligatoria durante la visita al palacio.
Visitar el Palacio Real de Belén: Información práctica para el turista
Si deseas visitar el Palacio Real de Belén, debes tener en cuenta algunas recomendaciones prácticas para hacer de tu visita una experiencia más agradable.
- Horario: El palacio está abierto todos los días de la semana, excepto los lunes, de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. En verano, el horario se extiende hasta las 7:00 p.m.
- Precio: El precio de la entrada es de 10 euros para adultos y 5 euros para niños y personas mayores de 65 años. También hay descuentos disponibles para estudiantes y grupos.
- Accesibilidad: El palacio cuenta con rampas y ascensores que facilitan el acceso a personas con movilidad reducida. Además, se ofrecen visitas guiadas adaptadas para personas con discapacidad visual o auditiva.
- Servicios: En el interior del palacio, encontrarás una cafetería donde puedes tomar un descanso y disfrutar de algunas delicias portuguesas. También hay una tienda de regalos donde podrás comprar recuerdos y souvenirs del palacio.
El Palacio Real de Belén en la cultura popular: Su papel en la historia y la tradición portuguesa
El Palacio Real de Belén no solo es una importante atracción turística, sino que también ha desempeñado un papel fundamental en la cultura y la historia de Portugal. Durante muchos años, este fue el lugar donde se celebraban las ceremonias de investidura de los reyes portugueses y, por tanto, ha sido testigo de importantes eventos históricos.
Además, el palacio también es conocido por ser el lugar donde nació y vivió Fernando II de Portugal, uno de los monarcas más queridos por el pueblo portugués. Por esta razón, el palacio ha sido objeto de numerosos poemas y canciones que lo ensalzan como un símbolo de la identidad y el orgullo nacional.
Con su majestuosa arquitectura, sus hermosos jardines y su rica historia, el Palacio Real de Belén es una visita imprescindible para todos aquellos que deseen conocer más sobre Portugal y su patrimonio cultural.
Conclusion
En resumen, el Palacio Real de Belén es mucho más que un lugar turístico. Su imponente arquitectura, sus hermosos jardines y su rica historia lo convierten en un verdadero tesoro de Portugal que merece ser descubierto y admirado. Si tienes la oportunidad de visitar Lisboa, no dudes en incluir este increíble palacio en tu itinerario. Te aseguramos que no te arrepentirás.